9 dic 2011

11 nov 2011

Oldskool Nights

Llevo desde mediados de Verano escuchando la misma lista de temas de Oldskool Hardcore. Transcurridos tantos meses desde entonces, en cierto modo me resulta sorprendente tal fidelidad, pero dado que me cuesta mucho que me guste cualquier cosa (incluyendo a las personas, en el ámbito de la amistad y el amor) cuando encuentro justo lo que estaba buscando no suelo cansarme de ello tan fácilmente.

Al escuchar cada una de las canciones de las que se compone, más orgulloso estoy del esfuerzo empleado en poder confeccionarla. Pasa el tiempo y cada vez se vuelve más cercana. Habiendo proyectado en ella algunas de mis emociones y pensamientos más profundos, ya se ha convertido en parte de mí, en compañera durante esas noches en las que uno busca evadirse de la rutina, haciendo aflorar sentimientos presentes por medio de una grabación del pasado. Las canciones que voy a adjuntar (enlaces a Youtube) me trasladan a un espacio atemporal, oscuro y solitario cual desierto en un planeta imaginario perteneciente a una lejana galaxia. No, no es melancolía, ni mucho menos, lo que destila la conjunción de esos ingredientes, pues en medio de esa atmósfera una tenue luz hace su presencia para dar lugar a un estado de reflexión y paz absoluta.

1. Appaloosa - Unplugged (Chaos & Julia Set Remix)


2. Kev Bird - Eloquence


3. Chaos & Julia Set - Natural High


4. Psykis - Pretend (Last Night)


5. Tomorrow - Make it alright


6. Innervisions - Aquarius 
Sin duda uno de mis temas favoritos de siempre.


7. Mike de Underground & Cool Hand Flex - Day to Day


8. Mike de Underground & Cool Hand Flex - Heaven on earth


9. Dj Peekay - For Real


10. Dj Peekay - Deep Physics


11. Dj Crystl - Warpdrive (Remix)  
Momento cumbre: minuto 4:20.


12. Dj Fokus - Get a bearing


13. Dj Crystl - Let it roll (Remix)


14. Jack N Phil - We are unity(Vocal Mix)


Dj Fokus - Vol 2  Lamentablemente, no he encontrado enlace alguno a Youtube. Aquí dejo la info por si alguien desea bajarlo de algún P2P.

2 nov 2011

Zamcam (Cuarta Parte): La era post - Zamcam

Primer Parte
Segunda Parte
Tercera Parte

En cierto momento de la conversación de msn ella me dijo que nada, mejor no hablarnos más y que ya nos veríamos en Noviembre. Perfecto, ya me había jodido a pesar de que yo había intentado poner todos los medios que me pudiesen evitar cualquier sufrimiento.

Las primeras noches se me hicieron durísimas. Ahora he vuelto a recordar porqué en estas situaciones se dice que se tiene el corazón herido. Una angustia se concentraba alrededor de él durante horas todas las noches. Realmente, podía sentir un dolor físico. Me quedaba mirando la pared y me la imaginaba tranquilamente regalando sonrisas a aquéllos que se le acercaran, por no hablar de imaginarla acostándose con otro. Esta última visión tenía varios ingredientes que me torturaban: no tenerla, su rechazo y el no haber dispuesto del suficiente atractivo como para que ella sucumbiese sexualmente a mí. Evidentemente, el contacto se redujo todavía más, aunque se conectaba fugazmente. A decir verdad, me obsesioné un poco, conectándome a cualquier hora, algo que yo no había hecho nunca. Pretendía abarcar el mayor tiempo posible con la esperanza de coincidir con ella. Eso también dolía. Toda esta historia estaba rozando el mayor de los absurdos. La desazón se apoderaba de mí, sólo calmada al ver cómo aparecía su cartelito al conectarse.

Un sábado la llamé, puesto que, no habiéndole contestado en el msn porque me hallaba en la ducha, se había enfadado. Tenía ganas de oírla. No se puede comparar oír a una persona con leerla a través de una pantalla. Retomamos el tema y le hice una pregunta clave que, aunque lo interpretó así, no tenía nada de ultimátum sino que pretendía probarle que el no vernos ni en su ciudad ni en Málaga nos conduciría, irremediablemente, a un contacto cada vez menor. '¿Zamcam, tú me esperarías hasta Noviembre?' Se indignó, me dijo que a esa pregunta no podría responderle afirmativamente ni a un novio, ni a su madre, ni a nadie. Estoy tecleando y me río irónica a la par que tristemente. Eso me daba la razón totalmente y no era ningún consuelo. Es decir, si ni ella misma sabía si podría mantener la ilusión por mí hasta noviembre,¿por qué no intentaba verme antes? ¿No era ése el combustible que reavivaría lo que un día hubo? ¿No estaba interesada en, valga la redundancia, renovar su interés por mí? De lo contrario, ¿no era evidente que ya no quería nada conmigo? ¿por qué no me mostró algo de aprecio diciéndome las cosas de forma meridiana y librándome de su recuerdo para una eventual recuperación más rápida y sin rencores? Es que estaba claro y yo sólo esperaba que me dijese humildemente que, a lo mejor, esto no iba a nada y que por eso no quiso verme en ninguna de las ocasiones. Pero no, se puso a la defensiva y todo lo que le decía le molestaba y lo replicaba de manera agresiva. Aún con este panorama, me fui contento ese sábado noche al centro de Málaga. Había vuelto a hablar con ella. Se había convertido en la droga que, en pequeñas dosis, me reactivaba y me animaba. Pero a la euforia inicial le siguió el bajón ante la realidad de nuestra conversación. Conforme pasa el tiempo empieza el análisis objetivo y cuanto más analizas más te das cuenta de que lo que has escuchado no te ha sido favorable. Al bajarme del tren que me dejaba en el centro ya tenía el bajón instalado en todo mi cuerpo. No obstante, fue encontrarme con mi amigo francés, empezar a hablar de nuestras cosas y suavizarse mi estado. Se unieron tres amigos más, dos chicos y una chica. Tenía una noche con labia, una más, y hablé con unas cuantas mujeres. No tenía ganas de nada y cuanto más hablaba con ellas más me daba cuenta de que no se acercaban a Zamcam ni por asomo. Aún peor, jamás encontraría a otra que se le pareciera. Necesitaba algo, algo que me curase el dolor y me subiese el ego, y lo encontré en una chica que me había mirado en distintas ocasiones. Tenía 30 años (al despedirnos, más adelante, me confesó tener 35) y como vivía por Playamar la convencí para que me llevara a mi casa. La tía estaba bien, pero no me gustaba. Por pura inercia y siguiendo los postulados de los follacas - 'Un clavo saca otro clavo' - me acosté con ella, pasándome por el forro mis normas de conducta. No recuerdo peor experiencia. En el momento me dio igual pero al día siguiente me quería morir. Estaba decepcionado conmigo mismo por violar mis principios y porque el remedio no había surtido efecto, peor aún, me hizo darme cuenta de que estaba totalmente colado por Zamcam.

Mi mejor amigo ya andaba por aquí y como le encantan las discotecas sabía que tendría la mente ocupada saliendo con él por las noches. Por las tardes, sin embargo, me conectaba sin excepción. Ella nunca aparecía, hasta que lo hizo un día. Lo único reseñable es que al confesarle mis sentimientos con un 'me has jodido' me respondió con un 'lo siento', frase que volvió a emplear al despedirse: ' y repito, lo siento si te he jodido'. Eso era todo. Lo sentía. Ahí tenía mi medalla de madera. Yo había desarrollado un plan preventivo para salir intacto de movidas amorosas y ante la herida provocada por ella misma, tirita y adiós. Había puesto todos los medios para no sufrir y en todas las ocasiones le advertí de que era con ese fin: intenté cortar contacto antes de que volviera a Málaga, intenté cortar contacto antes de que regresara a su ciudad de residencia, quise pasar de ella cuando me respondió con aquel mensaje soso, o cuando le dije por primera vez que mejor dejarlo tras su negativa a verme y, lo más importante, intenté que todo se hiciera bajo las normas de la sinceridad, que aportarían claridad a lo que pensábamos del devenir de los acontecimientos.

Durante las tres semanas que estuvo mi amigo, salimos, prácticamente, todas las noches. Era excesivo y hasta estaba desarrollando estrés, lo que no quitaba que al llegar a casa pensara nuevamente en Zamcam. Era inevitable. Daba igual si me metía en la cama a las 6 de la mañana o las 3, las dos horas dando vueltas entre las sábanas no me las quitaba nadie. Cuando las cosas no han sido convenientemente aclaradas no queda otra que hacer cábalas. La mente se convierte en un gran laberinto con muchos caminos pero sólo uno conduce a la salida. Cada vez intentaba ver la historia desde un determinado punto de vista. Aglutinando la información de la que disponía, trazaba un nuevo camino dentro del laberinto. A veces, no encontraba la salida, la respuesta terminaba en un muro - 'tío, no le gustas y no ha querido decírtelo claramente' - y a eso le seguía la amargura. Otras veces, analizaba la situación y el camino parecía conducir a la salida del laberinto - 'a lo mejor viene en Noviembre y retomamos las cosas' -. La situación podía tener solución y, entonces, me encontraba mejor. A medida que pasaban los días y visto el escasísimo contacto con Zamcam, en el laberinto no me encontraba más que muros. Cómo duele. Tomé la decisión antinatural en su día de no querer empezar nada con ella a pesar de que me fascinaba. Fruto de las experiencias pasadas, prefería no sufrir antes que arriesgarme... y no sólo eso sino que prefería guardar un grato recuerdo de una bonita historia de Verano al lado de una persona que yo creía excepcional.

No me había equivocado en su día, Zamcam apenas tenía ya contacto conmigo. Me estaba dando la razón sin confirmármelo y, como toda mujer, jamás lo hará. ¿No era esta la prueba de que no le gustaba ya? No me quiero ni imaginar si yo hubiese obviado el que no quisiese quedar conmigo y hubiese decidido intentarlo hasta Noviembre. Madre mía, se hubiese sentido obligada a tener contacto sí o sí. Por no hablar de los tíos, que la acecharían ...y ella más de dos meses sin sexo iba a aguantar? Ni de coña, en estos tiempos la abstinencia sexual de las mujeres no se prolonga más de un mes, salvo rarísimas excepciones. Hizo la clásica jugada femenina. Te digo que me gustas, te hecho la culpa, te mareo y más, pero jamás te daré las verdaderas razones. Te agotan y después la ley del silencio y su desaparición hacen el resto. Dejan que te estrujes el cerebro, que te dice que todas las señales te dan la razón a ti a pesar de que ellas te hayan dicho lo contrario. Gran dilema: ¿creo a mi cerebrito o a una mujer que siempre ha parecido tener principios y palabra? Ellas no están ahí, dejan que te comas el tarro tu sólo y, que con el tiempo, asumas que te mintieron; o lo asumas, y punto. Jugada maestra. A ver quién les vuelve al cabo del tiempo para reprocharles nada. Primero, a ver si te dan la razón y,  segundo, que no te tachen de loco diciéndote 'pero si ha pasado un montón, ¿cómo me vienes con esas?'.

Son las 4:52 del 1/11/2011. Sé que no me queda más remedio que eliminar todo contacto con ella. Ya había borrado sus mensajes y su móvil, por este orden, puesto que si primero borraba su nombre de la agenda aquéllos mostrarían el número de Zamcam y corría el riesgo de que al ir borrándolos memorizase el número y no lo olvidase nunca; arma muy peligrosa que ante un día de buenos ánimos podría hacerme caer en la tentación de llamarla. La he eliminado del Facebook para no ver sus fotos y tampoco la tengo ya en el MSN. El día en el que se rinde homenaje a los muertos yo he hecho lo propio con lo que queda de Zamcam, reducida ya a al mundo virtual. Sabía que escribir todo lo que pasó sería una experiencia catártica para mí: he sonreído y me he entristecido al recorrer nuevamente mis recuerdos con ella. Ahora que leo esta historia como un lector más, puedo decir, tranquila y objetivamente, que todo ha acabado.

Zamcam (Parte 3): el irremediable ocaso de una historia de verano

Primera Parte
Segunda Parte

Zamcam no se fue al día siguiente de despedirnos, sino al otro. Quería dedicar su último día en Málaga a su hermana, cosa que me pareció comprensible. Por parte de Zamcam fue un gesto bonito que demostraba el respeto que tenía por su hermana quien, viviendo sola y no siendo mujer de salir, tampoco hubiera digerido bien ver como su hermana usaba su casa como un hostal.

La misma mañana del día en que se largaba experimenté un bajón muy grande. Se iba. Me quedé vacío. Recuerdo estar dando clases particulares a un muchacho y tener la mente puesta en su marcha. Hablaba lento para, dándome tiempo a mi mismo, concentrarme en lo que le estaba explicando y no dejar de pensar en Zamcam a la vez. Esa sensación me acompañó todo el día. Aún así, y como pude comprobar por acontecimientos futuros, seguía siendo un tío mentalmente independiente. La constatación se produjo un par de días después cuando le escribí un sms en el que le expresaba la sensación de querer verla y el duro proceso de desintoxicación de su presencia. Me respondió con un sms muy soso, algo así como 'es normal los primeros días [...]' Éramos la doctora y el enfermo que no se conocían de nada; ella me respondía según su manual de experiencias amorosas, friamente, esperando al siguiente paciente y yo con ganas de que me hiciera caso y no me echase ya de la consulta. En otras palabras, parecía que la cosa no iba con ella. Le enseñé el sms a una amiga y a un par de amigos, a todos ellos por separado, por si me estaba poniendo demasiado crítico. Que conste que lo enseñé sin intentar provocar en ellos la opinión que quería escuchar. Les dije a todos: '¿qué os parece este mensaje?'. La respuesta fue unánime, pensaban exactamente igual que yo. Confirmado. Si a los dos días estábamos así para que queríamos más. Pasé de responderle y me dije a mi mismo que no le volvería a escribir. No, no estaba dolido, estaba con la indignación justa que te permite pasar por encima de un problema con la autoestima intacta y, lo más importante, sin dependencia emocional. Me escribió ese mismo día, creo, y no le respondí. Hasta que me llamó por la noche - sábado noche - diciéndome que si pasaba de ella, blablabla... Tomen güena nota, las mujeres siempre ansían lo que no pueden tener o, en menor medida, aquello que parece escaparse de su control. Lo hablamos y se mostró comprensiva por cómo había interpretado yo su sms aunque me aclaró que su intención no fue ésa.

Los días pasaban y nos comunicábamos por msn, básicamente, y por sms. Odio el msn porque las cosas se malinterpretan y porque hay gente que es tonta del culo, directamente, que sólo sabe responder con emoticonos o 'jijiji', 'jajaja', 'jejejeje' y mierdas similares. Zamcam empezó a pasar peligrosamente de hablar moderadamente a soltar respuestas por el estilo. Yo le ponia 4 líneas bien cargaditas y ella me respondía con emoticonos ramplones, entre ellos uno que jamás tendría que haberle pasado y del que abusó sin piedad. No únicamente eso sino que encima tardaba un rato en responder; veía el bocadillito del msn de que te están escribiendo y acababa siendo un puto emoticono...¡¿Pero qué?! Uno esperaba una frase consistente, acorde con lo que había escrito, ¿y qué recibía a cambio? Un mojón. Cabe decir que las conversaciones no eran así al 100%, pero si un 40% de su totalidad. Esos porcentajes son razonablemente buenos para el contacto medio del msn, pero para una tía que te ha hablado de ilusiones resultaba relativamente pobre. La cosa se compensaba sobremanera cuando hablábamos por teléfono. El primer fin de semana que la llamé estuvimos una hora y media, con muchas risas, muy buen rollo y muestras de cariño. Otra noche, dos horas. Cierto día (jugando al basquet con amigos...) en la biblioteca le di vueltas a una idea nada absurda: iría a verla a la ciudad donde vive. Decir que estoy en paro, no encuentro trabajo de ingeniero ni de nada (ni siquiera de camarero) y en ese momento me quedaban 200 euros en el banco. Me daba igual, pagaría el billete de ida y vuelta en autobús (60 euros) y sacrificaría los fines de semana que hicieran falta por verla. Al comentarle la idea le gustó. Le dije que en principio dormiría en el sofá por no asustarla yendo con todas las confianzas. Si ella aceptaba estaba claro que no me iba a dejar dormir en el sofá. Si resultaba que me dejaba durmiendo ahí...no hace falta añadir nada más. Me hubiese quedado en su casa el tiempo oportuno y al irme una cordial despedida y hasta nunca. A ver, dónde se ha visto que una mujer pase sexualmente del hombre que le gusta. Vamos, cuando le gustas a una tía, te 'busca' sí o sí. Era alrededor del 10 de septiembre y mi propuesta era para finales de mes. Es más, mi mejor amigo venía de Ibiza para pasar tres semanas aquí en Málaga y durante este periodo se pasaría un finde por otra ciudad andaluza que me dejaría relativamente más cerca de casa de Zamcam. Lo hablé con él y me dijo que sin problema, es más, que iríamos el finde que yo dijera - ¡¡qué grande eres, coño!!-. Le comenté la jugada a Zamcam y la noté rara. Ahí ya le pregunté si le pasaba algo y me dijo que le daba vergüenza que yo fuera. Le dije que eso me lo tendría que haber dicho en un primer momento, que había confianza y que no se tenía que sentir obligada. Y lo digo totalmente en serio, a mí me gustan las cosas que surgen por parte de las dos personas; las decisiones unilaterales no tienen cabida en los estadios iniciales de lo que demonios fuese 'esto'. Sin embargo, algo en mi interior se rebelaba: '¿Quéeeeeeeeeeeeeee?!' Ajá, ¿vergüenza de ver al tío que te gusta? Pero si deberías estar deseando verme. La única vergüenza debería ser que tú me dijeses directamente de ir, por ese extraño convencionalismo social que impide a una mujer dar el primer paso con un hombre. Pero que yo, gustándote, te lo proponga y tú hables de vergüenza...Pufff. Ay que ver que yo en su día le dije que teníamos que ser totalmente sinceros el uno con el otro en este atentado a la sensatez. Por ejemplo, le dije claramente que si esto se acababa me lo dijera, al igual que si conocía a alguien me lo hiciese saber. Macho, si es que la sinceridad te ahorra quebraderos de cabeza. Lo perjudicial para la salud son los estados de incertidumbre que no te dan la seguridad plena para desligarte de una persona por completo, o, al menos, a corto plazo. 'Mira, es que creo que mejor no sigamos con esto' Y ya está, joder. Yo funciono muy bien con la sinceridad, para bien o para mal. Estaba ante una tía inteligente, sincera, con carácter, dinámica y...me estaba mareando. Señores, hay mareonas de todas las edades y de todas las personalidades, pero es que en su caso tantas virtudes la hacían una persona teóricamente incompatible con la hipocresía y las medias verdades. Llamé a mi colega y se lo conté en plan 'mira, macho, que flipe'. Ahí me quedaba independencia emocional todavía. El colega en cuestión es el mayor follaca de la Historia. No le hace falta abrir la boca ni tener labia, con su cara le basta. Ese ha chingado igual que Julio Iglesias, y sin fama de por medio. Sorprendentemente me dijo algo que yo no esperaba: 'oye, eso dice mucho de ella, de que no es una cualquiera'.'¿Pero qué me estás contando?; encima tú, cabronazo.' - le respondí -. Se mantuvo firme en su opinión. Sus palabras fueron el dardo tranquilizante que necesitaba. Mi raciocinio decía que esto iba para desastre pero mi corazón no quería creerlo... así que me aferré a su punto de vista. Volví a hablar con Zamcam y me dijo que cabía la posibilidad de que viniese para la feria de Fuengirola, entorno a la segunda semana de octubre. Existía el inconveniente de que en ese caso no tendríamos la intimidad de la que sí hubiéramos disfrutado en su pisito de soltera. Aún así me daba relativamente igual, mi prioridad era poder verla.

Y así continuaron los días, con sesiones de msn que me dejaban un poco frío y que encendían en mi el recuerdo de su rechazo a la idea de poder visitarla. Creo que fueron como tres días seguidos en los que salió con sus amigas de tapeo, cerveceo y lo que sea, así que no hablamos por el MSN. En honor a la verdad, ella me mandó varios sms muy cariñosos, pero dadas las circunstancias me parecía una lismona en comparación con las demostraciones que ella me podría haber hecho - invitándome a su ciudad, por ejemplo, o mostrando más entusiasmo cuando me conectaba al msn -. Esta era una empresa complicada y requería intervenciones de categoría, no unos simples sms que de poco sirven a 400 km de distancia. Analicé la situación de mil maneras durante esos tres días, la imaginé abordada por buitres allá donde fuese y no pude más, lo tenía claro, el 'intentarlo' que ella me propuso en Málaga era esto, sin pasión, simple inercia por su parte. Era evidente que la 'Operación Intentarlo' se estaba mostrando como un fracaso y había que cortar contactos de raíz antes de que me viese atrapado por su recuerdo por los meses de los meses, amén. 23:32 del 26/09/2012. Estoy corrigiendo errores en esta entrada y he de puntualizar que su recuerdo sigue, increíblemente, presente. Una enfermedad que no se curó y que parece que no sanará en mucho tiempo, hasta que alguien con las cualidades necesarias pueda ocupar el lugar que parecía destinado a ella. 

Me conecté una noche al msn, hablamos y ella me notó raro. Yes, puedo asegurar que hablé más de lo que hablaba ella normalmente, pero tratándose de ella no pasaba nada y en mi caso era algo grave, así que me preguntó que qué me pasaba. Al decirle 'nada' ella me replicó que sí, que ya sabía lo que me pasaba...Joder, te dicen 'nada' y ya te pones en lo peor; anonadado me hallo. Eso me olía a que ella quería precipitar los acontecimientos y no contenta con ello añadió que no iba a poder venir el fin de semana de feria que acordamos. JAJAJAJAJAJAJA. Recapitulemos: me dice que no quiere que la visite en su ciudad( = no sexo) y ahora tampoco va a venir a Málaga ( = ni siquiera verla). Para más INRI no podría venir a Málaga hasta Noviembre, mínimo, dado que la hermana se iba 3 semanas de vacaciones. Se me cayó el alma a los pies y ya le dije que le había estado dando vueltas de dejar la relación (?!) porque todos los indicadores mostraban un desinterés por su parte. Ella se indignó. 'Ay que ver que te he estado mandando mensajes y pensando todo el rato en ti' - me dijo -. Yo le explicaba que qué sentido tenía todo esto si ante las dos posibilidades que teníamos de vernos ella no las aprovechaba. Lo de su ciudad me molestaba, pero lo de Málaga, que aún dejaba entrever algo platónico, fue la estocada final.

Uno puede pensar que lo de su ciudad era porque era una buena chica y lo de Málaga porque realmente no podía, pudiera ser. Pero es que el fin de semana anterior, el del sábado 1 de Octubre también tenía la posibilidad de venir. Le dije que se acabó y en ésas quedamos. Probé a llamarla esa misma noche y al día siguiente para, por lo menos, dejar las cosas claras y detalladas por teléfono - Nota mental: msn es el mundo de los malentendidos -. Yo seguía teniendo mi independencia emocional en niveles aceptables, así que, dado que no me respondió le escribí este privado por Facebook:


A la atención de la señorita Zamcam (ojo, tochamen):

Como me imagino que no me cogerás el teléfono, paso a escribirte -que sí, que es un ladrillo, pero que en una llamada se resumiría en cinco minutos - dado que la conversación de ayer del messenger no fue muy clara. A que te escriba también ha ayudado que llevo despierto desde las 7 de la mañana dando vueltas y vueltas a lo que te dije ayer. Curioso, porque a los minutos de bajón en plan 'qué has hecho hijo de puta, no podrías haberte esperado un poquito más y arriesgarte por una tía que merece la pena' se suceden momentos de lucidez en plan 'tú no le gustas como querrías/deberías gustarle' que por lo menos, el bajón me lo quitan por momentos. Cuando te gusta una persona, ya te lo dije una vez, tiras la puerta de su casa para buscarla.

Por supuesto que no soy tan extremista, yo en mi caso, no teniendo ni 200 euros, me plantée ir a verte pagando 60 euros de autobús, haciendo las horas que hicieran falta y quitándome fines de semana con mis amigos a causa del dinero que hubiera gastado. ¿Y por qué? Pues porque me compensaba más verte a ti un fin de semana que quedar con quien sea los sábados que ese dinero pudiese dar (como si da para 10 sábados). Me dices que te da vergüenza quedar conmigo en X (su ciudad)...vale, no he conocido mujer a la que le guste un tío y dé ese argumento, pero bueno, sé que eres distinta además de que también se podría compensar con el hecho de que ibas a venir aquí para la feria de Fuengirola. Ahora bien, ni tú misma estabas segura de poder venir aquí y ni te replanteabas decirme 'oye, que si no puede ser lo de ir a Málaga he pensado que podrías venir'. Dudo mucho que actúes así cuando alguien te gusta por muy lo que sea (seria, que expresas poco tus sentimientos,...) que tú dices que eres. Por eso te dije que estos días atrás - los días en los que has salido - había estado madurando la situación y viéndola desde diversas perspectivas y en todas ellas el resultado era el mismo: no le gustas. Que sí, que me has mandado mensajes, y mucho que me alegraron, entre ellos algunos en los que me decías que tenías ganas de verme... y te puedo asegurar que los que yo te respondí eran sinceros y en esos momentos se me quitaban las dudas de todo. Pero ayer tuve la confirmación de que no me equivocaba: respondiéndome a ratos y me sueltas eso de que a lo mejor no puedes venir a Málaga y que ya me confirmarías la fecha real... Total, yo de bajón ya por mi situación laboral y por las dudas que me generaba todo esto y tú las despejas de golpe y porrazo. Resumiendo: que si no venías a Málaga, y dado que tu hermana se iba 3 semanas de vacaciones y no querías que yo fuese ahí, mínimo nos veríamos a principios de Noviembre, comunicándonos por el messenger hasta entonces, a través del cual cada vez te tenía que tirar más de la lengua. Y me dices lo de confirmar esa fecha lejana tan normal, sin un 'pero podríamos hacer tal o cual para poder vernos'.Flipante. A una persona, por ejemplo a mi contigo, le dicen que no puede ver a la otra persona en noviembre y ya está haciendo cábalas para poder verla, con o sin 'vergüenza'. Así que mi impresión es que la noche que nos conocimos muy bien, y que a partir de ahí te dejaste llevar. Y se supone que ante la imposibilidad de verte yo debo quedarme tan tranquilo, esperando a que de aquí a entonces conozcas a alguien - cosa muy probable - o te hartes de la situación, me lo sueltes y termines ya de hundirme la moral: vamos, un pagafantas de pro. Sinceramente, con mi estado anímico actual, me pasa eso y me matas.

Lo que te estoy escribiendo aquí no es un reproche es para que veas objetivamente porqué escribí todas las cosas que te puse en el msn. Te lo envío por Facebook porque veo que todavía me tienes agregado, cosa que no sé si será igual en el msn.

Sigo diciendo que me gustas muchísimo,y que hacía años que no conocía a alguien como tú ni de lejos, por eso te digo que si algún día vienes por aquí, tienes un hueco libre y quieres tomarte algo conmigo en plan amigos estaré más que encantado de hacerlo porque me caes genial. Ah, y que conste que esto no lo digo ni mucho menos por cumplir, porque no es la clásica historia en la que una persona dice le dice adiós a otra porque pase de ella, y espero que al menos lo haya expresado con claridad en esta especie de 'carta'...

Así que lo mantengo, aunque me da que no vamos a volver a vernos. Bueno, señorita, espero que algún día, da igual cuándo, me sorprendas con una llamada diciéndome que quieres tomarte algo conmigo.

Un beso



Respuesta de Zamcam:

Pues lo siento, pero no te llamaré para tomarme algo contigo, para mi, no pega ni de lejos. Yo voy a ser más escueta y directa. Excusas y más excusas veo yo en tu carta. Si una persona te gusta, aguantas, no a las 2 semanas tiras la toalla sólo porque no me gustas como tú impones que deben ser las actiudes a mostrar por mi parte... muy intolerante... Siempre te he dicho que me gustabas, pero tiene que ser de la forma en que tú mandes... pues nada, creo sinceramente que te has perdido algo grande por no saber esperar, porque ahora a mi, que sí tenía ilusión contigo (muy a pesar de tus paraoias)se me han disipado las ganas de todo contigo...y sí, pensaba ir, ya le había dicho a mi hermana que quedaría contigo y tal... pero después de tu cobardía, no me merece la pena. Siento que todo haya acabado así, tu impaciencia ha roto todo. Un saludo

0:19 27/09/2012 Jojojojojo Espectacular. Menudo ejercicio de cinismo, cobardía y de ponerse a la defensiva. Lo típico en una mujer, que se queda con lo que le sale del chirri. Mi carta es una despedida forzada por su parsimonia y su intención de dejar que me pudriera lentamente, para que así fuera yo el que desistiera de 'seguir juntos' y ella quedarse con la conciencia tranquila. Toda una declaración por mi parte de lo que sentía por ella y unas razones obvias por las que, contra mi voluntad, teníamos que cortar el contacto y se queda con lo que le conviene, que no era otra cosa que interpretar de cara a la galería que la 'dejaba', hacerse la dolida e indignada y aprovechar para pasar de mí. 'Ilusión contigo', 'Te has perdido algo grande por no saber esperar...',... Madre mía, ¿pero cómo pude amargarme por esta imbécil? Si por algo estoy retocando esta entrada no es por ella, de veras, sino porque alcancé a expresar perfectamente lo que sentía. Quizás estilísticamente no sea un dechado de virtudes pero es realista al extremo.


¿Me había equivocado? ¿La había cagado? No. Recordemos que las mujeres son especialistas en darles la vuelta a la tortilla. Concretamente, hay un trozo de su mensaje de Facebook que dice así: '...y sí, pensaba ir, ya le había dicho a mi hermana que quedaría contigo y tal...'. ¿Cómo? Pero si me habías dicho que no ibas a venir, que ya me confirmarías la fecha (para mucho más adelante). Este dato, patraña absoluta, será importante para, más adelante, demostrar que ella estaba dando rodeos. En definitiva, no afrontaba la situación como una persona madura. En mis años de experiencias amorosas he descubierto una cosa en mi: las situaciones confusas en las que hay una gran incertidumbre hacen mella en mi autosuficiencia emocional, la descolocan. Ahora mismo no sabía si yo me equivocaba o si estaba en lo cierto... y si añadimos que ella me gustaba, eso me sumía en un estado de dudas importante.

Después de dos días sin cogerme el teléfono me llamó y estuvimos hablando una media hora. Volvimos a dar vueltas alrededor de los mismo e intenté retractarme de mis palabras. Joder, si parecía que realmente yo le gustaba y todo había sido producto de mi imaginación. Ella me dijo que lo tenía que pensar. Esa frase me hizo pensar que precisamente no iba a hacerlo, así que pasé. Al día siguiente no la llamé y tampoco lo volvería a hacer, o esa era mi intención. Pero tachán, al día siguiente me envió un mensaje diciéndome que a pesar de estar en la feria de cierta ciudad no podía evitar sentirse triste por todo lo ocurrido. Puffff, yo, que me había mantenido fuerte, va y me hace eso, haciéndome dudar todavía más de mi rajada de días atrás.

Pequeña pausa en la historia. Estoy releyendo nuestros mensajes privados en el Facebook y me ha invadido una extraña sensación de nostalgia, nostalgia por un pasado tan reciente y tan lejano a la vez que no podía augurar otra cosa que no fuese una bonita historia. Madre mía, esto duele de verdad... También tenía sms suyos y muy bonitos pero los he borrado todos, junto con su número de teléfono.

Volviendo al tema de su sms, me derretí. Quería estar con ella. Había pasado del Modo 'Paso de todo' al Modo 'Maricón' en un santiamén. Fui a llamarla pero en lugar de dar tono sonaba a FAX. WTF? Volví a probar dos veces más en distintos momentos en ninguno de los cuales, a pesar de dar tono, me respondió. Le mandé un sms y me dijo que no podía responderme porque estaba en la feria... Al día siguiente volví a llamarla y me colgó. Pensé que me llamaría ella - sí, soy pobre y tal y tal - pero no lo hizo durante los 10 minutos en los que la esperé. Le mandé un sms diciéndole que se acabó todo - qué mareo, ni la montaña rusa -. Me llama y me dice que me calme que me había colgado para llamarme (mujeres, quién las entiende, te cuelgan para llamarte más de diez minutos después). Hablamos de lo que ella había hecho en la feria y poco más, pero eso sí, había vuelto el buen rollo y la conversación se prolongó durante una hora. No quise volver a hablarle explícitamente de la tensa conversación del msn, ni de que me retractaba de lo que había dicho.

27/09/2012 Madre mía, madre mía, ¿pero en qué narices pensaba? Era para darme un tortazo que me girase la cara. No me cogió el teléfono cuando estaba en la feria porque, primero, le dió el típico ramalazo femenino que consiste en emocionarse y fingir debilidad por mí, y luego se arrepentiría de su estado de enajenación mental y decidió no cogérmelo en plan 'joder, que he hecho, sino me gusta y yo he venido aquí a comer rabos'. 

A partir de aquí se inicia un pequeño declive. Ella continúa conectándose al msn; hablamos, pero le cuesta la vida. Sus conexiones no llegan ya a la media hora. Niega la situación. Le digo amablemente y sin victimismos que no hace falta que se conecte puesto que, y esto no se lo dije directamente, parecía que me estaba haciendo un favor. Los días prosiguieron con una duda en el aire: ¿realmente vendría a Málaga como me dijo que le había comunicado a su hermana en el mensaje de más arriba? Todo se aclararía días más tarde, cuando me dijo que, definitivamente, no iba a venir. Me enfadé muchísimo y con razón. La explicación es sencilla: el fin de semana de feria no podía venir, como yo ya sabía, pero es que la semana anterior a ella, y en la que le era factible venir, no pensaba hacerlo. O sea, que la situación era calcada a nuestra primera pelea, si se puede llamar así. Lo que me hace volver a su carta y a la frase '...y sí, pensaba ir, ya le había dicho a mi hermana que quedaría contigo y tal...'. No, ni aquella vez había pensado en el fin de semana anterior al de feria, que era el único que podría utilizar, ni en esta ocasión. Sólo que aquella vez intentaba reescribir la historia para no quedar de cabrona. Eso me indignó mucho. Este juego denotaba un desinterés por su parte y yo esperaba que me lo dijese, así por lo menos podría estar seguro de que aquí ya no había nada que hacer. Pensar en una persona que te gusta y toparte mentalmente con la realidad de que ya no le gustas es la mejor medicina que hay. Como siempre, para bien o para mal, la verdad libera las almas; quizás las hiera inicialmente, pero no las esclaviza como lo hace la incertidumbre. Era humano que hubiese decidido dejar esta historia o que hubiese conocido a otro pero no, ella seguía en sus trece de que mis exigencias por verla eran una presión muy grande. Le repetí que yo tenía razón desde un principio, que la idea de intentar algo a distancia era absurda, que mejor hubiese sido decirnos adiós y que cuando ella visitase a su hermana se sintiese libre de llamarme. Me pegó un buen mazazo: 'Y no es eso lo que estamos haciendo?' ¿Perdona? Hay una diferencia muy grande entre hacerlo de ese modo, mucho más sano, que 'intentarlo' a tu manera (msn, llamadas, sms,...). Bien distinto es que mágicamente quieras pasar de una modalidad a otra porque ahora te convenga. No contenta con lo que me decía se lamentó de que yo seguramente enseñaría la conversación de msn a mis amigos, y que quedaría de bruja. Por partes, nunca enseño mis conversaciones a NADIE. Segundo, sólo le importaba quedar como una bruja, ¿se sentía culpable? ¿Lo de menos eran mis sentimientos y ver cómo me había toreado? Lo que me dolió tantísimo es su falta de sinceridad al no ser capaz de decirme que su comportamiento se debía a que ya no le gustaba o que retozaba con otro, con naturalidad, y liberarme de ella. Ahora estaba en el limbo, y ahí es donde sufro. No, señor, prefirió sembrar en mi, que estaba colado por ella, la duda de que a pesar de mis paranoyas, yo le gustaba y todo esto había sido culpa de mi impaciencia por verla. En definitiva, dijimos de quedar como amigos de una manera irreversible. Este fue el final oficial de lo 'mío' con Zamcam.

Enlace a la Cuarta Parte

1 nov 2011

Zamcam (Segunda Parte): Conociendo a Zamcam

Enlace a la Primera Parte

Me levanté al día siguiente con ganas de estrenar la Feria de Día. Había quedado con un grupo de amigos para estar con ellos hasta cierta hora, cosa de la que no estaban al tanto, para después pirarme con otros que me esperarían en uno de los bares que hay junto al Teatro Romano.

A eso de las cuatro de la tarde me dió por mirar el móvil. Ya estaba dándole vueltas a la cabeza sobre lo que decirle a Zamcam cuando la llamara. Todos los manuales del amor (del folleteo, qué cojones) desaconsejan llamar al día siguiente, así que me tiré toda la tarde dándole vueltas a la cabeza ante la disyuntiva de seguir el saber popular o mis propios sentimientos. Tanto pensar me cansó, no sin hacer más de diez amagos de llamada durante todo el día. Cuando ya nos dirigíamos a nuestro último destino de la jornada, en Plaza Mitjana, la vi pasar con el mismo grupo de la noche anterior. No sé porqué no pude decirle absolutamente nada. La dejé pasar porque me entró una inesperada sensación de vergüenza. Ya en el tren de vuelta a casa, a eso de las 19.30, le mandé un sms. Nota mental: nunca, nunca, nunca se manda sms si realmente se quiere/desea algo con alguien; si es con pocas ganas, sms, sino llamada para despejar dudas y no andar mareando la perdiz. La verdad que la secuencia de los acontecimientos no la recuerdo, es la 1:13 del 31/10/2011 y han pasado cerca de tres meses de todo aquello. Condensándolo todo en la semana de feria, éste es el resumen: me contesta, me dice que ya se ha vuelto a su tierra porque se ha peleado con la hermana por todo lo acontecido el día que nos conocimos, le digo que me arrepiento de no haberla llamado antes, nos intercambiamos msn y Facebook y llegamos a chatear horas y horas durante los días de la semana de feria. En esas sesiones de msn, que dicho sea de paso, lo odio,me confiesa que le he encantado, que está mucho más alegre a raíz de esa noche,... Yo, que no soy de los que mide nada de lo que siente (al menos para las cosas buenas) no soy menos y suscribo cada una de sus sensaciones. Hablamos genialmente durante varios días, sin embargo, me percato de un problema importante: ella está en su tierra sin intención de volver a Málaga y en dos semanas tiene que regresar, por motivos de trabajo, a la ciudad en la que reside. Es decir, la situación es totalmente incoherente puesto que esto parece el comienzo de algo bonito, independientemente de su duración, pero al mismo tiempo irrealizable; en definitiva, algo virtual.

El último viernes de feria le comento a un amigo la situación y me confirma mis teorías: hablar y desearse por el msn es una pérdida de tiempo - puta mierda en lenguaje callejero -. Dadas las circunstancias no me queda otra que contratacar y le propongo a Zamcam visitarla en su ciudad. Así de paso y si las cosas no salían rodadas podía escapar de Málaga y, como poco, conocer algo más su ciudad de origen y hacer turismo. Aunque al principio se mostraba dubitativa me dijo que no le parecía tan buena idea. ¡¡¡PI PI PI MAREONA A LA VISTA!!! A priori puede parecer el clásico comentario del follador de turno, aquél que sólo piensa en follar y miente más que habla. Nada más lejos de la realidad. Esta tía me estaba gustando y corría el serio riesgo de una decepción mayúscula, así que no me quedó otra que decirle que mejor dejar el contacto. Ella se indignó muchísimo y me habló de las 'ilusiones' - me cago en mi puta calavera con la palabrita de marras que saldría para bien o para mal en esta historia -. Le expliqué que no se trataba de que yo fuese un 'hijo de puta' (aunque me da a mí que a esas alturas de la historia tampoco se me podría haber tachado de tal manera) sino que yo no me quería llevar un chasco. Recapitulemos: tienes algo especial con una tía que te gustó una noche -no, no hablo del 'gustar' con el significado de folleteo - sabes que tiene 'algo', la conoces via msn ('conocer' y 'msn', curiosa paradoja) y te gusta todavía más, le propones quedar en su ciudad de origen y te dice que no y dado que volverá a su ciudad de trabajo en breve...¡¿pero qué mierda es ésta?! Yo, que debería llevar una camiseta con la 'S' de los Sufridores del 'Un, dos, tres', ¿me iba a meter en 'rallaeras' del estilo? pues muy a mi pesar, NO. Ella no entendió que se trataba de proteger mi salud mental, maltrecha por el zorrerío que hay por Málaga, y no que no me gustase, porque si tenía miedo de rallarme era precisamente porque me gustaba. No, hamijos, no, una mujer entiende lo que quiere, eso que quede bien claro. Bueno, ella me dijo que tenía una sorpresa y era que iba a ver a su hermana en un par de días para quedarse el resto de las vacaciones (una semanita). Ahí pensé 'tierra, trágame'. Joder, había hecho una jugada inteligente, fruto de la reflexión y madura y voy y me equivoco de pleno. Ahora tocaba recular ante una tía para la cual yo simplemente pasaba del tema, a pesar de todas mis explicaciones - repetimos, que aunque sean cristalinas como el agua las mujeres se quedan con lo que quieren -. Me costó un mundo que me perdonara mi 'rajada'.

Después de desdecirme, decidimos quedar cuando viniese, no el mismo martes en que llegó, sino el jueves. He de decir que había mucho feeling cuando chateábamos pero todavía quedaba hablar con ella. Sí. Desde aquella noche no había vuelto a escuchar su voz. Como curiosidad, decir que cuando la conocí le dije que si era de Burgos, por el acento, pero me dijo que no, que era de cierta ciudad andaluza. En la discoteca no se lo noté, ni cuando salimos de ella, pero al llamarla al móvil realmente tenía el acento de donde decía ser, ¡Si señor, 'diesisai'! Pero ojo, que me dió absolutamente igual por ese lado, lo que si choca es que parece que hablas con esa persona por primera vez, con un extraña. Los dos estábamos bastante nerviosos - 29 años yo y 28 años ella; telita - y así se notaba en la conversación. Ella me dijo varias veces que estaba serio y que qué me pasaba. One moment please: '¿qué te pasa?'. La pregunta más mierdera que te puede hacer cualquier persona, en especial una mujer, cuando tú te encuentras perfectamente bien y que te hace dudar y pasar de la completa naturalidad a, en este caso en particular, reajustar parámetros de conducta. Era un miercoles y en esa llamada quedamos para el día siguiente.

El jueves cogí el tren de Benalmádena a Torremolinos, donde vive su hermana, para estar puntual a la cita de las 22.30. Por cosas de los horarios llegué unos 10 minutos antes. Ella llegó puntual. La tía tenía estilo vistiendo, o al menos llevaba la misma ropa que todas pero como una mujer y no como una zorra; sí esas que parecen decir '¿Ves? Dos tetas, un culo y un coño; a correr por mi, chaval'. Puntazo a favor. Como zapatos llevaba una especie de tacones que parecen hechos de mimbre - joder qué ignorante soy - y sí amiguinhos y amiguinhas, los llevaba bien, sin ir andando como una paciente de hemorroides, ni con el culo 'pa fuera' como un jodido pollo. Estábamos en el centro de Torremolinos y mi idea era ir a un chiringuito que tiene hamacas cerca de Playamar...¿Cómo se llamaba? Ni idea. En fin, la cosa es que fuimos desde el centro hasta ese chiringuito andando y ... sorpresa: era un ser humano. Sí, fuimos caminando y no oí ni una queja por su parte ni tampoco vi esa expresión de dolor contenido en su cara y disimulado con esa sonrillisa en plan 'pues sí, estoy un poquillo cansá, podríamo sentanno'. Al preguntarle si iba bien me dijo que sí con cara de sorpresa, como si le hubiese dicho algo fuera de este mundo. Joder, minipunto de los buenos. Qué digo minipunto, una estrellita de esas que pone la Supernanny. Durante el camino hacia el chiringuito estuvimos hablando de muchas cosas. Ella era maestra y tenía en su clase también a niños con discapacidad, cosa que me sorprendió gratamente. Que niños en dicha situación se integren de esa manera me parece digno de admiración; no estaba al tanto de ello. Sus vivencias con los peques me hacían sonreir, su sentido del humor... Joder, cuánta naturalidad; una isla en un mar de tías mediocres. Llegamos al chiringuito y estaban todas las hamacas ocupadas: joder, me encanta que los planes salgan bien, Fénix ... Pero ojo al dato, ve un tonel apartado entre el chiringuito y la zona de hamacas y dice de ponernos ahí, a lo Chavo del 8. Vamos, la zona no estaba ni iluminada. Su contador de estrellitas estaba por las nubes. Le dije que no, no por mi, porque yo me tomo algo hasta en la 'barquita' de los espetos, sino por ella y por no querer poner en juego el éxito de la cita. No nos quedaba otra que llegar a Playamar donde hay unos 3 locales muy apañados y limpios de la presencia de la muchachada, y más a esas horas y un jueves de agosto - que ya no es lo que era -. La terraza estaba medio vacía. Mejor. Empecé invitándola yo, ni por protocolo ni hostias, sino porque me dió la gana. Estuvimos hablando un rato laaaaargo. Mi sistema de estúpido enamoradizo atrapó otros detalles que me gustaron mucho y yo ya había perdido la lista de minipuntos. Ya no los había, todos ellos se habían unido para dar lugar a una realidad: Megusta2 - quienes sepan de informática y variables nombradas a voleo lo entenderán mejor -. Megusta1 había sido fruto de la noche en la que la conocí, fruto de lo que su comportamiento proyectaba. Megusta2 era más peligroso, esto se estaba convirtiendo en palabras mayores y yo, pesimista capricorniano como soy, empezaba a tener un poco de miedo. Pensaba que si bien podíamos vernos la semana que iba a estar por Málaga ella se iría a 400 kilómetros y... Bueno, fueron dudas que duraron un instante y que volvieron de vez en cuando ante frases suyas del tipo '¿Pero tú con qué clase de mujeres has estado?'. ¿Hace falta decir que creo que es la frase mas manida en la historia de la mujer y que he escuchado por parte de casi todas ellas?'. Evidentemente no iba a catalogarla de una manera u otra por semejante frase, pero el solo mencionarla me trajo reminiscencias de situaciones pasadas y no me moló. ¿Otra vende humos más? Habría que ver. Después de una ronda pagada por ella y otro rato hablando, subimos andando al centro de Torremolinos. Cómo llegamos, fundidos después de subir una cuesta del demonio. El sudor le empapaba la zona del escote y entre el moreno de su piel y la parte de arriba amarilla atrae-mosquitos yo ya me veía no dejando ni un centímetro de su piel. Mi idea era llevarla al Colmao, que, para mi sorpresa, estaba 'chapao'. '¿En pleno agosto y chapáis un jueves? Espero que estéis nadando en la abundancia', pensé. No nos quedó más remedio que sentarnos en un barecillo con terracita y taburetes al lado de Pueblo Blanco. No se estaba mal, la verdad. Otro ratazo.Ahí llegaron los besos nuevamente y después la acompañé hasta la casa de la hermana. Fuimos cogidos de la mano, pero los dedos entrelazados. Mi lado de la experiencia me lo decía: 'Macho, que hostión te vas a dar'. Pero la sensación era tan buena que sólo se me pasó por la cabeza levemente. Ya en la puerta de su edificio, cada vez que me despedía de ella no podía irme, le decía adiós y volvía para besarla. La hubiese desnudado y me hubiese acostado con ella en el portal, pero había que ir con calma. Me fui a mi casa y llegué a eso de las 5 de la mañana. Qué sensación, me gustaba al 100% sin fisuras, para nada serio a largo plazo porque eso era inviable. El planteamiento era disfrutar de su presencia mientras pudiera.

Quedamos dos días más antes de que se fuera. En ambos se trajo su coche - yo de eso no gasto - y fuimos a un chiringuito que hay en Benalmádena. Otro ratazo hablando y hablando. Volvió a salir el temita de mi 'ida de olla' cuando le dije que mejor no tuviésemos más contacto. Yo le dije que puede que me precipitara en su momento pero que era una actitud lógica y coherente, ya que ahí no había habido pinta de que fuera a pasar nada bueno. El mismo discurso lo tenía por válido para las nuevas circunstancias ya que tenerla a 400 km, de mantener el contacto, me iba a suponer sufrir, me conozco. Imaginemos la situación: conoces una tía, te lías con ella porque la encuentras atractivísima por cómo es y por lo que parece tener aún no conociéndola. La conoces y es lo que te imaginabas, te gusta y ahora se va a 400 km. ¿O sea, hello? Si a mi me gusta una persona la quiero a mi lado, por no hablar de los babosos que podrían rondarla, porque la hija de su madre está muy buena, y eso unido a mi exclusividad otorgada a la mujer que me gusta me hacían digno ganador de una hostia considerable en un futuro. ¿Quién de los dos podía perder en este juego? Yo, sólo yo. Le volví a plantear el tema. Ella me hablaba de ilusiones y de intentarlo. Yo le dije abiertamente que me conocía muy bien y que iba a pasarlo mal. Por si acaso le pregunté si había dejado algo pendiente en su ciudad, llámese relación, rollo, rollete, 'cuando vuelva nos pegamos un revolcón...', etc. Le pregunté por porcentajes. Ella me tuvo que insistir unas cuantas veces en que '0%, no hay nada', porque una tía si tiene algo pequeñito te dirá que no tiene nada,así que mejor preguntarlo varias veces por si termina de decir 'jiji, algo había...pero nada serio'. Ni falta que hace decir que de decirme que sí, aunque hubiese sido un 1%, su idea hubiese ido irrevocablemente a la basura. Lo que hoy es un 1% subirá como la espuma cuando vuelvas y mis porcentajes descenderán vertiginosamente: game over, otro estúpido romántico al hoyo y el 'nuevo' al bollo. Esto no me alentó ni mucho menos a aceptar su opción, sino que me hizo no descartarla definitivamente. Nos quedamos por el paseo marítimo y me la quería comer de arriba a abajo. No estamos hablando de 'follar', estamos hablando de la atracción extrema que se siente por una mujer atractivísima fruto de su personalidad y su físico que, sin embargo, no sería nada a mis ojos sino fuera por aquélla. Me imagino que no aceleré las cosas ni propuse nada por no joder el tema. Esta cabecita mía me decía que si bien no íbamos a hacer nada... no sé, ahí se quedaba el pensamiento. Tan simple e incompleto pero a la vez eficaz para derrotar al pensamiento genuino e inocente de acostarme con ella. Y lo digo seriamente, sin ironías. No se hubiese tratado de un metesaca por mi parte, no. Joder, me acuerdo y me muero...Y vuelta a casa, como buen soñador. ¡Claro que sí, campeón! Pero no sé ni porqué me critico, seguiré repitiendo estas pautas hasta que me muera.

La última cita estuvo llena de sinsabores. Fue rara como ella sola. Volvimos a quedar para tomar algo, esta vez en Málaga, con el añadido de que ella tenía que estar en casa algo antes, a eso de las 2. Yo ya no sabía cómo plantearme la cita, si como la plataforma desde la que lanzarme ya definitivamente a devorarla - me gustaría usar una palabra más acorde con lo que sentía/aún siento - sin compasión, si la cita en la que dejar atado el asunto de nuestra situación o si hablar como en una cita más. La cosa tomó los derroteros de la última opción. Hablamos nuevamente de nuestras cosas el 95% del tiempo. El resto lo dedicamos para las otras dos opciones. No sé cómo le hice referencia a lo de acostarnos, diciéndole que no había llevado preservativos, enseñándole la carterilla al mismo tiempo. ¿Me dijo directamente que no íbamos a acostarnos ante una insinuación mía en tono de broma? Joder, ¡no lo recuerdo! Si es así, ¿por qué no pasé ya de ella y puse mi cabeza en modo 'a ver cuando llego a casa'? No, el fin no era acostarse, ni mucho menos. El gustar a alguien conlleva una atracción sexual. Sino era su caso, ¿a qué jugaba? Son preguntas que me planteo ahora, siempre y cuando lo que me dijese fuese eso. Al enseñarle la carterilla vacía me preguntó que qué hubiese pasado de acostarnos. Yo le respondí que había Farmacias (conozco dos que son 24 horas) y que si hacía falta se podía ir. Respecto a la opción de seguir en contacto ella me dijo de intentarlo, aunque lo más factible hubiese sido despedirse en condiciones y decirnos 'hasta luego' para la próxima vez que viniese, y no tener contacto hasta entonces. Yo soy un lobo solitario así que seguro que hubiese quedado con ella en cuanto volviese a visitar a su hermana. Una tía de su categoría no se encuentra todos los días y yo hubiese quedado gustoso en cuanto ella me hubiese avisado. La opción de Zamcam era más enrevesada. El 'intentarlo' implica tener un contacto diario en el que contarse cosas. El rememorar los días vividos en Málaga iba a dar para poco en nuestros encuentros cibernéticos. Algo daba esperanzas al experimento: ella suele acercarse de cuando en cuando a Málaga a visitar a su hermana, así que la espera sería menos dura. A pesar de mostrarme reacio decidí aceptar ante ese rayo de luz en medio de ese despropósito.¿Cuándo encontraría a alguien como Zamcam? Probablemente nunca ¿Y a Zamcam? Esta pregunta se respondía sola si no terminaba por aceptar. El último reto de un tonto enamoradizo.

Nos dirigimos al coche con las manos entrelazadas y de ahí a casa. A mitad de camino ella me dijo de ir a otra parte, pero si mal no recuerdo porque me mostré extrañado de volver ya a casa. En serio, no recuerdo. Estaba desconcertado. ¿Quiere que la lleve a...? ¿Qué quiere hacer? Joder, si tampoco insistió en el tema de los condones. Pero si es una tía con personalidad y echada pa'lante seguro que me lo preguntaría acompañándolo de una mirada más explícita, ¿no? Yo no podía insinuárselo sin ella querer, tenía que ser una cosa de dos, fifty-fifty. Le dije que fuese al Parque de la Paloma con la intención de que aparcara en la zona menos iluminada, sin embargo, vió coches ahí aparcados y dijo algo como 'hay gente ahí, no?' y giró a la derecha y aparcó en la zona iluminada. Qué digo iluminada, el coche tenía una puto foco para él solo, en plan estrella del burlesque. Bajamos del coche y empezamos a caminar, sin rumbo. Está en plan loca, como siempre o más. Me reía con ella, pero llegó un momento en que tanta locura era demasiado. A mi las locuras me parecen de puta madre y el humor surrealista es mi preferido, pero no pegaba. Se iba al día siguiente y no demostraba deseo y, NO, no se trataba de que yo quisiese una señal para ver si finalmente 'caía'. En esta historia el deseo no podía quedarse fuera y yo, como hombre, necesitaba sentirme deseado. Joder, un acercamiento, un beso con ganas, como los de la discoteca... Ella me dijo que me había puesto muy serio. No tenía palabras. No lo hice para hacer notar mi decepción sino que ésta era tan grande que el sentimiento venció a la razón y al saber estar, vaya, al saber poner una puta cara de conformidad ante tal panorama. Diós, qué estampa. Bajamos hasta el paseo marítimo y la besé varias veces en la mejilla, agarrándola por detrás y mirando al mar. Ella me recordó mi seriedad ante su ataque de locura y me confesó haberse quedado muy cortada. No, si encima, en el sumum del antimorbo, me pongo a dar palmas y a acrecentar la sensación de fracaso. De verdad que hay tías que quieren hacer lo que les salga de la entrepierna, independientemente de las circunstancias. Finalmente me llevó a mi casa y me despedí con un beso y le dije que me había encantado conocerla. Qué sensación más rara, era la despedida y me había sentido como un muñeco en manos de ella. Tuve la extraña sensación de que montó ese momento ultracómico con toques de pastillera poseída para tapar un eventual acercamiento por mi parte. Vamos, hacerme desistir por la vía de su amorbal actuación. Estaba confuso, era la despedida de una tía que había logrado cautivarme y a la que supuestamente le había encantado, mas me había demostrado justo lo contrario con su actitud. 5:24 31/10/2011

Enlace a la Tercera Parte

30 oct 2011

Zamcam (Primera Parte): El (Re)Nacimiento

Tengo decidido que cuando termine de redactar esta entrada la borraré de mi vida...

Zamcam (nombre ficticio) apareció por casualidad en una de esas noches en las que no esperas absolutamente nada de la vida, aún siendo una fecha señalada como lo es el día de los fuegos artificiales con los que se inicia la Feria de Málaga. Dos miradas suyas a mi grupo de amigos hicieron que me fijara en ella. No me llamó especialmente la atención su físico sino su naturalidad. No, no me gustó de aquella manera. Eso me hizo estar seguro de mí mismo y pedirle, cuando alguien de nuestro grupo se dispuso a hacer una foto, que se uniera a nosotros. Amablemente, con una sonrisa, se acercó y posó. A partir de ahí empezamos a hablar, conversación a la que se unió una amiga suya. Por mi parte no había ningún interés hacia ninguna de las dos, pero cuando conoces a dos mujeres simpáticas y agradables, cosa que brilla por su ausencia en estas tierras, te apetece tener un momento de diversión.

Si bien la otra chica, Elizabeth - de ésta si voy a decir su verdadero nombre - era muy dulce, Zamcam se mostraba muy correosa. Me pinchaba y me replicaba, pero sin ser grosera, con un toque provocador y simpático a la vez. Cuando una chica empieza de esta manera resulta prometedor, pero llevábamos cinco minutos y la tía no soltaba frase que no fuese para llevarme la contraria. Sería ella la que, días más tarde, me recordaría lo que le dije entonces: '¿Sabes lo que está pasando que no suele pasar casi nunca?'. 'No...' - respondió ella -. Y, demoledoramente, concluí: 'el antifeeling'. No fue bruscamente, ni con intención de joder, fue con ese aire vacilón y buenrollista con el que se pretende finiquitar una conversación. Difícil de explicar.

No sé si justamente en ese momento empezó a hablarle un amigo mio, francés y bastante ligón. Aquí cabe hacer el inciso de que no me entrometo cuando mis amigos hablan con chicas, o al menos no hago por apartarlas de ellos. Vamos, que tendré que darle un toque de atención la próxima vez. En fin, la cosa es que Zamcam hablaba con él tranquilamente y no parecía hacerle ascos o, por lo menos, no tenía el comportamiento que había mostrado conmigo. Eso, curiosamente, me molestó. Me di la vuelta y pasé del tema, aunque entre medias pude oír cómo él le decía que se viniera a la Feria de Día al día siguiente. Me pareció ver que ella asentía, así que pasé del todo.

No sé cómo ni porqué, terminada su conversación con mi amigo, me pisó. Ahí ya le dije que me estaba llegando a agredir y no recuerdo cómo me golpeó, sin querer, con un anillaco tamaño XXL. A partir de ahí 3 ó 4 risas y ya me encontraba inmerso en la fase 'Me gusta'. Me di cuenta yo mismo en el instante en el que señalé a otra chica de su grupo, su hermana, y le pregunté que quién era. Sí, lo hice para ver su reacción. Amablemente, me dijo: 'Te la presento, es mi hermana. ¿A que es muy guapa?'. Obviamente, dije que no, prefería hablar con ella. Estuvimos haciéndolo un buen rato al lado de la barra. La barra me da seguridad aparte de apoyarme en ella, tiene su propia gravedad y aleja a mis compañías de la pista, donde soy un auténtico desastre. Ahí estuvimos hablando de todo y de nada; es más, no me dejaba hablar. Yo estaba flipando - me río sólo de recordarlo -. Aún así me gustaba.

Es curioso, si alguien me hubiese dado a leer el guión de esa noche habría descartado a su personaje en un santiamén. ¿Yo tratar con alguien así? Jamás, hombre. Pero como siempre digo es el 'cómo' y no el 'qué' lo que hace que te guste alguien. Su manera de hablar, de mirar,etc... dejaban entrever que era una persona inteligente, con riqueza de pensamientos y puntos de vista. En el fondo de mi ser, se trata siempre de que me guste una mujer a la que pueda admirar. A sus divagaciones y gestos extraños había que añadir vaciladas del calibre 'uy,uy, a ésta le voy a partir la cara', a cada tía que pasaba. Aclarando siempre que no lo hacía de una manera barriobajera o avergonzante. Entremedias -sí, porque a cada frase cuerda le seguía una jodida locura - me contó que era maestra en cierta ciudad a unos 400 km de Málaga, aunque era originaria de otra ciudad andaluza, que tenía 28 años y que iba a estar lo que quedaba de mes en casa de su hermana, que residía por estas tierras. Tanta locura me hizo desistir de hacer nada, aunque yo seguía ahí porque esa chica me transmitía carisma y porque -porqué no decirlo- me lo estaba pasando bien. No soy para nada uno de esos babosos que aguantan ahí para, diciéndolo como hay que decirlo, METERLA EN CALIENTE. Además, que no es mi estilo.

Su hermana y el resto de su grupo de amigos habían salido de la discoteca para marcharse. Al pasar por nuestro lado, de camino a la salida, la hermana le hizo un gesto en plan 'oye, nos vamos'. Ahí ya vi que tenía que pedirle el teléfono. Qué menos. A ver si podíamos quedar tranquilamente o lo que fuese. Abrí el móvil - sí, es una reliquia de las güenas, güenas, oiga - para que me dijera su teléfono. Pasó, se alejó ligeramente de mí y se quedó mirando hacia la salida, que quedaba bien lejos. Tenía la mirada perdida. Volvió a mirarme y volvió a repetir el gesto de mirar hacia la salida... Se acercó en silencio y tecleó su número de teléfono. Ahí le solté un 'vale' al tiempo que cerraba la 'cascarria'. No era un 'vale' rencoroso, fue con mi media sonrisa entre simpatía y alucine. Sí, creo que es una sonrisa mía propia, con su trademark y todo.

Así que le propuse despedirnos, ya que no dejaba de mirar a la salida. Se quedó callada y volvió a mirarme en silencio, ya la tenía en frente. Repitió el gesto de mirar a la salida. Palabra, empezaba a sospechar que padecía algún tipo de manía o locura, fue cosa de un instante, disipado cuando, mirándome totalmente en silencio, y al decirle yo 'bueno...' esperando dos besos normales y corrientes, me besó. Que hija de su maaadre. Me había puesto al borde de pedir una copa con poco hielo y mucho Lexatin durante toda la noche y resulta que se había hecho la interesante... ¡¿Y qué más da?! Todo eso ayudó a potenciar el momento de besarnos. Si no hubiese sido así estaría hablando de un buen beso, pero no tan especial. Porque especial sin duda que lo fue. Después de estar besándonos un rato ella me recordó que tenía que irse, que su hermana la esperaba a la salida de la discoteca. La acompañé a la puerta pero no se qué pasaba que no se podía salir. Así que nos volvimos a mirar y otra vez igual. Allí pudo dar gracias de que estábamos en una discoteca porque sino me la hubiese comido entera.

Joder, no recuerdo haberme besado con alguien de esa manera y que fuese 100% sincero. La encontré atractivísima, preciosa. Después de un buen rato - bastante más largo que el inicial - la acompañé a la salida. La hermana estaba sentada en un bordillo, con Elizabeth a su vera. Lo más impactante es que tenía pose y mirada de tío, cual padre que acaba de toparse con el quinceañero que le ha comido los morros a su hijita, vamos que a la hermana se la iba a comer pero en mi caso se estaría cagando en toda mi línea genealógica. Empezó una pequeña discusión entre ellas, así que le tuve que decir que me iba. La dejé ahí y regresé a la discoteca con una sensación de satisfacción que no se me olvidará nunca.

Enlace a la Segunda Parte

19 mar 2011

Vita

Son las 6 de la mañana y no puedo dormir. Hoy es sábado, bueno, domingo, y me he acostado a las 10 de la noche. Deduzco que me he quedado solo. No es una lamentación es pura percepción y posterior interpretación de la realidad, mi realidad. Pero estoy tranquilo, felizmente tranquilo. Asumir las cosas no es algo con lo que se nazca, más bien algo que se aprende; y si tienes que tropezar dos mil setecientas veces con la misma piedra para lograrlo, porque dos me parecen ridículamente pocas, lo harás. Extrañamente me siento mejor que nunca; ¿el descanso del guerrero quizás? Estoy en una barca que va a la deriva pero, paradójicamente, me siento a gusto. El mar está totalmente en calma - plato, como llegan a llamarlo algunos - y el sol calienta pero no quema. Rodeado por una infinita soledad y sin costa a la vista, sonrío. La soledad tiene la 'S' menos sibilante y la '-edad' menos melancólica - anaranjada, marrón y amarillenta, como el toldo floreado y setentero de mi terraza - que otras veces si comprendes que estás contigo y no cuando sientes que eres el resultado de tu ausencia en lugares en los que querrías estar o de compañías que desearías tener.

Esto de explicar sensaciones e intentarlas plasmar es realmente complicado porque nunca nadie jamás comprenderá tu 'matiz'. Sí, podremos creer estar hablando de lo mismo que nuestro interlocutor, hasta sonreirnos los unos a los otros y congratularnos con un 'Diós, pensamos exactamente igual' pero jamás sabremos si esa coincidencia de pensamientos es cierta. Dentro de mi ignorancia he llegado a imaginar el matiz como una larga cadena de impulsos neuronal donde cada camino neuronal genera una combinación única, un pulso eléctrico que mágicamente nos conecta al mundo de las ideas. Dudo mucho de que ambos cerebros, o los de cuantas personas crean coincidir en un mismo pensamiento, hayan atestiguado la misma combinación neuronal. En mi percepción de la vida, no somos más que estrellas separadas años luz las unas de las otras que no tienen más remedio que comprenderse por medio de las imágenes que se proyectan las unas a las otras. Imágenes ya convertidas en meros espejismos, privadas de su esencia, de su 'matiz'. Pura relatividad.

Es curioso el concurso de la vida. En el camino hacia la auténtica madurez la vivencia es tortuosa, como si te hubiesen embutido en los conductos del aire de las películas. Pero este camino es intrincado como el de un laberinto, aprieta, apenas tienes espacio, desearías estar embadurnado en aceite para poder deslizarte como una serpiente y salir de él. La salida del túnel está cerca y cuando llegas a ella caes a plomo sobre la realidad, ésa que es fruto de tus vivencias y de lo que has aprendido. En mi caso, la aceptación ha sido placentera. Quizás no se trata de esa 'catarsis' que yo creo que es sino todo un proceso de alienación puro y duro que en mi caso se ha prolongado muchísimos más años de lo normal por ser más reticente a ello, un proceso de asimilación lento pero eficaz. Aún así, no me importa, estoy asomado al mar sobre la barca y no puedo dejar de esbozar una pequeña sonrisa, porque me veo. ¿Puro espejismo? ¿El principio del fin? ¿El primer día del resto de mi vida? Chi lo sá.

Originalmente escrito el día 13-03-2011

15 mar 2011

¿Ya?

¿2011 ya? ¡No jodas! Habrá que ir escribiendo nuevos pensamientos...