4 feb 2013

Los políticos, reflejo de nuestra sociedad

Hace ya unos cuantos días, tuve conocimiento de un blog a través de una de sus entradas, publicadas en el muro de un grupo privado en Facebook, que trataba cuestiones de rabiosa actualidad surgidas en torno a ese inhibidor de la felicidad que es la crisis: la responsabilidad política, la tensión actual auguradora de futuros conflictos, la inherente honradez del trabajador... ¿El detonante? La inspiradora historia de un 'héroe' que decide apuntar con una pistola a la sien del líder de un partido político búlgaro. El texto, si a alguien le apetece, se encuentra tras este link. He considerado oportuno, pues refleja con mucha fidelidad mi postura al respecto, copiar aquí la réplica que dí a su texto (uso el nick 'suncoastbreaker'), el cual no es imprescindible leer para comprenderla. 

Estoy totalmente de acuerdo contigo en que la situación es insostenible y yo, como muchos otros, sospechamos que un día pueda ocurrir lo que apuntas, que a algún desesperado le dé por cargarse a un político como castigo. ¿Condenaré ese acto? Desde el punto de vista humano, no a priori, desde la idiocia, totalmente. Porque, siendo sensatos, ¿alguien piensa que el asesinar a un político puede traer la paz y la armonía a este país, que nos convirtamos en una sociedad modelo en la que los valores y el respeto han permanecido oprimidos por los malvados políticos? Desde luego que no. Para empezar, los magnicidios que han desembocado en una revolución han estado alentados, siempre, por un grupo de poder. Y, cuando digo de poder, me refiero a una asociación de gente disfrazada de una falsa ideología, un engañabobos de las clases bajas, que escondía unos intereses, los mismos que los de a quienes querían derrocar: 'Quítate tú pa ponerme yo'. Y no es el caso que nos ocupa, puesto que no tenemos el respaldo de nadie si nos diese por derrocar - lo cual se me antoja impracticable - a los que ahora nos gobiernan, que no son otra cosa que el garante de que se satisfagan los intereses de ciertos grupos y países. En ese aspecto estamos vendidos y más nos vale que nadie cometa la estupidez de matar a ningún político porque sería la puntilla definitiva, la casta lo utilizaría para estigmatizarnos y seguir tomando medidas 'democráticas' con el comodín de señalarnos como a salvajes asesinos cada vez que mostráramos nuestros descontento. Muchísima gente sin personalidad hay que de seguro pasaría de pedir la cabeza de los políticos a albergar después un sentimiento de culpa. 

Bailar al son de otros es lo que le gusta al español, que se lo den todo mascado, porque no pretenderá la gente hacernos creer que, de ser un movimiento puramente popular el que instaure un nuevo gobierno, en este país se iba a llegar a un consenso, ¿no? Con la de expertos de barra de bar que tenemos, con la de gente que vive todavía en el 36' y, sobre todo, con la clarísima costumbre de mirar, a toda costa, por el bienestar de ellos y sus familiares, ¿alguien espera un milagro? No, como si lo viera. En cuanto pusiesen el pie en el primer peldaño de la escalinata que condujese a sus 'honradas' poltronas, se les volverían los ojos y se les erizaría la piel con saber el mundo de posibilidades que se les abre(póngase la mano a la altura de la cintura y hágase un gesto flamenco, como de choricear). Y reafirmo mi postura en el inherente amiguismo del español, y consiguiente búsqueda del bienestar de los suyos, en que cuando aquí teníamos un 8% de paro, que en los países punteros de Europa es motivo de preocupación, aquí lo que le pasase al prójimo y el análisis concienzudo de la gestión política, al personal se la traía al pairo. Es decir, ande yo caliente y ríase la gente, que quien me gobierna se coma a los niños si quiere.

¿Qué te quiero decir con esto? Que aquí hay un problema de valores, no de identidades. El mismo cáncer puede estar en el político, que no, que no tiene sangre alienígena sino que se ha criado como el resto, y en el currela al que, por su condición, ya lo coronas como adalid de la honradez. Este es otro problema añadido, la asunción de la bondad por parte de los componentes de esa abstracción llamada Pueblo. Del que después, vaya por Dios, salen los políticos que nos gobiernan y no de un misterioso planeta del que han venido para destruir a los honrados hombres de bien. La honradez, supeditada a lo que madrugas, a lo destrozada que tienes la espalda por tus condiciones laborales, a lo que te cuesta llegar a fin de mes o a si a tu hijo le puedes comprar el Kinder Bueno. Y, claro, en estos tiempos de crisis todos somos honrados...

No lo reduzcamos todo al simplismo de 'político malo, trabajador honrado', de lo contrario no saldremos del bache jamás. Porque el problema en España es estructural y al microscópico el virus es cultural, añejo, tradicional y la cura no reside en otra cosa que en la reeducación.

1 feb 2013

Messi y los insultos a Arbeloa y Karanka

No acostumbro a publicar nada que vaya más allá de mis divagaciones o vivencias diarias, pero voy a hacer una excepción con un tema que, en apariencia superfluo, tiene un trasfondo muy interesante en cuanto al enfoque que los seres humanos hacen de cualquier conflicto, siempre alejados de la razón y desde las falacias que nos revelan sus pasiones y convicciones. Porque, ¿alguien ha pensado que la razón, o su variante falaz, se emplea para otra cosa que no sea adornar los dogmas de fe? 

Han pasado ya dos días desde que concluyese el Clásico en las semifinales de la Copa del Rey 2012-2013 y, a pesar de ello, seguimos de resaca. No es de extrañar con la polémica que rodea a este enfrentamiento desde hace ya unos años, incendiado en demasía desde que el altivo portugués se sienta en el banquillo merengue, el cual abandona reptando por el camino que lleva a los vestuarios y, de ahí, a la sala de prensa en la que hacer alarde del supuesto juego de distracción del que va de mártir y es un megalómano distorsionador de realidades futbolísticas. Unos acusan a los otros de carniceros, marrulleros y de vivir de jugadas aisladas, éstos se defienden apelando al teatro culé; a las aburridas y eternas posesiones; y a la puyita del eslogan del 'seny y valors'.

Hoy, sin embargo, las portadas no las copan los de siempre, o sea, los más proclives a los roces intencionados, como pueden ser el incombustible Pepe y el camero más universal, Ramos, ese mismo que pierde los papeles cuando las cosas en el terreno de juego no convencen a un intelectual de su categoría. No, hoy no les tocaba a ellos, ausentes del partido en el Bernabeu, sino a quien va camino, si no lo es ya, de ser el mejor jugador de la Historia del deporte rey: Lionel Messi. Sorprende ver que un jugador de su carácter, alejado de trifulcas, entradas malintencionadas o piscinazos, sea el malvado protagonista de una de las muchas noticias sensacionalistas que suceden a estos partidos. 

Al argentino se le vio demasiado incómodo e impreciso para lo que nos tiene acostumbrados, y eso que el marcaje al que lo sometieron no introducía ninguna revolución respecto a clásicos anteriores. Algo tuvo que ocurrir para que su comportamiento en el partido fuese así de extraño. ¿Un insulto fuera de tono por parte de algún madridista desde los primeros instantes de partido que precedieron a las dos caricias que le dedicarían Xabi Alonso y Arbeloa, casi simultáneamente, después? 

  
Admiro a Messi; me encanta el Barça, incluso por encima del AC Milan y el Brescia; y deseo con todos mis fuerzas que se proclame ganador de todos los títulos habidos y por haber, pero... dejémonos de suposiciones y de crear teorías plausibles fundamentadas en los antecedentes de una persona. La verdad es la verdad, inamovible, y no entiende de conjeturas. No seré yo quien niegue mi infinita antipatía por ese ser llamado Xabi Alonso, elevado a dandy silencioso, y que, con igual sigilo, reparte estopa de la buena sin perder la compostura. Tampoco Arbeloa es un ser de luz. Vaya por delante que para mi Messi es el número uno absoluto, en carisma y en habilidades técnicas y tácticas, pero, joder, no voy a perder el sentido de la objetividad por ello. El vídeo está ahí, al argentino le tocan la carita, 'tocan' y 'carita', dos palabras usadas con toda propiedad en este caso. Esa es la realidad, más allá de eso todo son ganas de creer en las razones del héroe y en la maldad innata del villano. ¿Nos hemos preguntado si Messi le susurró algo a Arbeloa?

Y ahora se anuncia que, impropio en él, esperó a Karanka y a Arbeloa para reprocharles, en tono poco amistoso, sus dotes como 'muñeco' del ventrílocuo José y con... mal jugador ('bobo'), respectivamente. Todos los culés y antimadridistas han mostrado su incredulidad ante tales hechos y, unánimemente, han proclamado que Marca miente. Hasta aquí es digno de admirar el buen criterio del que, sin pruebas, no se atreve a juzgar: 'La información viene de Punto Pelota.Hasta que no me muestren una prueba más sólida que testimonios anónimos yo no me creo nada', reza el tercer comentario más votado (más de siete mil personas le dieron el visto bueno). Bien, parece que impera la sensatez por el momento, pero cuando tienen el testimonio de alguien que presenció los hechos, alguien que no es un anónimo, como solicitaba el comentario anterior, los argumentos viran en otra dirección (ver comentarios a la noticia). Ahora exigen pruebas contundentes, un vídeo o una foto para demostrarlo, como la que así lo hizo (¡¿?!) con José Mourinho (Temporada 2011-2012) en su recibimiento a Teixeira Vitienes en el parking del Camp Nou, increpándole por el perjuicio que su arbitraje tenía sobre los honrados trabajadores como él. Sinceramente, ¿cómo pudo el personal afirmar que Mourinho llegó a dirigirse al colegiado en el parking a partir de una foto? Sí, está esperando junto al coche del árbitro, pero eso no asegura que hablase con él. Sólo con esa prueba 'irrefutable' mucha gente dio credibilidad a la hipótesis de partida de que Mourinho había insultado al árbitro, sin duda alguna. Casualmente, fue así, pero se demostró MÁS TARDE con las declaraciones de Eladio Paramés. Quiero decir, el hecho de que fuese cierto no implica que los argumentos esgrimidos fuesen correctos, porque en esa foto no se ve a Teixeira Vitienes por ningún lado. 

Por lo tanto, ¿por qué no se deja el personal de tonterías y de ser tan riguroso, lo cual me parecería correctísimo si no fuese sólo cuando se trata de sus ídolos, y de creer a pies juntillas todo lo malo que se diga de los personajes a los que odian, sin pruebas fehacientes? Exceso de rodeos y de falsa racionalidad, cuando sus pensamientos dejan patentes sus creencias más allá del análisis estricto de la veracidad de los hechos. No nos centremos en si Messi es un buen chico o no, o en si tiene motivos para cabrearse y bajarse a un parking, eso no afecta en lo más mínimo en que el hecho haya podido tener lugar, comprobemos si es verdad o no que esto último ha sucedido. Total, ¿qué más da que sea verdad, no? Aquéllos que no lo creyeron posible pasarían a usar frases del calibre: '¿Y, ha dicho algo que sea mentira? Karanka es un 'muñeco' y Arbeloa un 'bobo''.

Todo esto viene a santo de demostrar que el ser humano primero cree, de manera visceral, y luego lo adorna de razonamientos, en el fondo descabellados, para reafirmarse ante sí mismo y los demás como un ser coherente... Pero hay algo que es ineludible: la verdad. Y eso es algo que no me gusta del ser humano, dar crédito infinito a sus héroes y castigar a sus villanos con independencia de las circunstancias. Al final me parece una total pérdida de tiempo con semejantes forofos, y yo, que he escrito esta entrada, acabo de perderlo a base de bien.