25 dic 2012

Voy a ser padre

Después de dos meses desde el primer instante en que planté mi semilla puedo anunciar que voy a ser padre de una criaturita, y no porque la vaya a hacer socia del Betis. Pasada ya la incertidumbre de las primeras semanas, en las que la fecundación puede asumirse por culpa de las confusas señales manifestadas por el cuerpo de la madre, con motivo de sus nervios, me complace poder confirmar mi paternidad. Me encuentro excitado y con unas ganas enormes de poder cogerlo entre mis brazos, que con una mano debería bastarme. Sueño con el momento de llevarlo al registro como lo trajimos al mundo, desnudo y original, para dotarle de un nombre y que nunca nadie me lo pueda arrebatar. Aún no sé cómo llamarlo y es que todo dependerá de lo que me inspire su rostro, una vez la madre haya dado a luz. Los expertos de bata blanca dicen que probablemente sea pequeño, muy pequeño, pero que eso dependerá de mis genes, aunque a mi elección dejan el resultado final. Estoy seguro de que va a salir al padre, a un servidor; no me cabe la menor duda. Sé que será heredero de mis pensamientos y vivencias, hasta trasladará a la gente el mundo imaginario que habita en mi interior. Ahora sólo me resta, hijo mío, responderme a una pregunta: ¿en tapa dura o en tapa blanda?

17 dic 2012

El pecado del 'inmigrante'


Leo con estupor cómo en los últimos tiempos viene produciéndose la peligrosa redefinición del concepto 'inmigrante'. Actualmente, está casi desvinculado de su acepción original, que dependía, en exclusiva, de una característica a cumplir: el empleo por parte de los nativos hacia al extranjero que llega a sus tierras. Ya no se señala a la ilegalidad como una de las causas de la problemática sino que directamente se ataca a la inmigración, dejando patente que el criterio generador del conflicto y la perturbación de los autóctonos no es la estancia ilegal, sino el hecho de haber osado cruzar nuestras fronteras portando un determinado color de piel u origen, aún teniendo todos los documentos en regla y contribuyendo en el país de acogida. Se ha dejado de lado el rigor de decir 'inmigrante ilegal' sustituyéndolo por un 'inmigrante' a secas. Curioso. 

Porque, hoy en día, ¿quiénes son los considerados como inmigrantes con independencia de sus circunstancias? El conjunto formado por negros, sudamericanos, magrebíes y gente del Este a quienes, por odio hacia su procedencia, se les ha estigmatizado con un término que ha alcanzado su pico de connotaciones negativas. Quizás, aquéllos que lo formulan con desprecio, pretendan desligarse por completo de un fenómeno que llevó por necesidad a sus familiares, amigos o conocidos a suplicar el amparo en otros países para poder subsistir. Estos desmemoriados reniegan de a lo que muchos de sus connacionales tuvieron que recurrir. Por suerte o por desgracia, la actual coyuntura está empujando a muchos de ellos a adoptar la misma decisión de a quienes criticaban. Ingenuos, piensan que los criterios que aplicaban para dirigirse despectivamente a los inmigrantes responden a un patrón internacional, cuando la definición no es rígida y el ámbito peyorativo se extiende también a las gentes del Sur de Europa, en los países que nos ofrecen una escapatoria a la tierras bañadas por la corrupción. Aún así, los hay que se niegan a aceptar del todo la realidad definiendo la situación con un atenuador 'Somos los panchitos de Europa' cuando, al cambio y más allá de nuestras lindes, la frase original se traduce con un simple y lapidario 'Sois los españoles de Europa'. Y, ahora, aquéllos acomplejados que pretendían hermanarse con el resto del Viejo Continente lanzándole guiños racialistas en el seno de una Europa blanca, se encuentran con la cruda realidad: que dentro de las razas hay subrazas y que, como en un sistema de castas, unas están por encima de otras. Aquéllos mismos que descartaban la semejanza con un negro basándose exclusivamente en el aspecto, refutando el hecho de la cuasi plena coincidencia genética, se afanan ahora en buscar mapas genéticos que los equiparen a los habitantes ultrapirenaicos, cuando, según sus propias teorías, debería ser constatable únicamente con la fisonomía, ¿no? ¿No es maravillosamente contradictoria esta gente?     

El lector obtuso, limitado intelectualmente, abonado a la presunción y con una visión de la vida dividida en extremos, entenderá este texto como una defensa a ultranza de los movimientos migratorios de cualquier índole, cuando queda más que claro que la crítica se ciñe en exclusiva a la perspectiva racistoide que está adquiriendo el asunto. Ni que decir tiene que, para mí, la estancia ilegal debe combatirse con la expulsión del individuo en cuestión (*), con independencia de su origen y de si es rubio con los ojos azules o más negro que el tizón. Pero algunos se ve que estarían dispuestos a hacer la vista gorda y acoger a los primeros, si no tuviésemos la actual política fronteriza de la UE, para tener la posibilidad de que alguno de sus retoños se mezcle con esa deseada sangre, que reafirme con unos rasgos impecables su lucha por la limpieza étnica. El bienestar de las sociedades actuales depende en exclusiva de las personas que contribuyan a su levantamiento social y pecuniario - impuestos, baby - lo cual es impensable con una persona que no 'existe' y que disfruta de lo que antes ha sido levantado por otros. 

Así que, siempre que alguna vez hayas empleado la postura que condeno, en el momento en que abras el pañal del niño al que cuidas cual panchito, o te acerques cual moro de mierda a la montaña de platos que dejaste en remojo, aprovecha las circunstancias y ya de paso exclama un arrepentido 'mieeeeeeeeerda' con el que haber aprendido la lección de que tú también puedes ser un inmigrante, pero no por el hecho de hacer las maletas y huir de tu país, sino por tu procedencia, tal y como tú mismo lo aplicabas. Y da gracias de que si en Europa te tratan bien no es porque te consideren un semejante sino porque son más civilizados que tú. 

(*) Existe una excepción en este aspecto y es respecto a aquel ilegal que, habiendo trabajado durante años sin la posibilidad de cotizar, decida regularizarse. Mi análisis es el siguiente: si el pequeño/mediano empresario nacional hubiese sido honrado, ningún compatriota se hubiese visto desplazado o sus posibilidades reducidas a la hora de conseguir un empleo. El fomento de la precariedad de las condiciones laborales, la falta de empleo y el menguar de la recaudación de impuestos ha sido propiciada por el paleto que quería prosperar importándole un comino el respeto al nacional. La actitud del ilegal también me jode porque ha estado viviendo en un Estado, disfrutando de unas infraestructuras que no han visto un céntimo por su parte. Pero, al mismo tiempo, comprendo que ha querido subsistir y que sería injusto que lo hubiesen utilizado como mano de obra barata en las sombras, para que unos cuantos se llenaran sus bolsillos y al final exigiesen su cabeza, estigmatizando al extranjero y pidiendo su expulsión definitiva.

11 dic 2012

LTJ Bukem at Quest [4.6.1994]

Intelligent Drum and Bass de muchos quilates de la mano de su mentor: LTJ Bukem.


3 dic 2012

Mi vida a pandeo


En el mundo ingenieril, se define el pandeo como el fenómeno que aparece ante esfuerzos de compresión y para el que, una vez iniciado, la catástrofe de la estructura está garantizada. Para imaginar el proceso sólo hay que coger una regla flexible y aplicarle sobre su extremo libre, aquél que no está sobre la superficie de apoyo, el empuje de nuestra mano en dirección perpendicular a aquélla. Si la fuerza por nuestra parte no cesa, el arqueamiento de la regla llega a tales niveles que acaba partiendo. Me pregunto en que momento exacto la vida inició sobre mí el irreversible aplastamiento de mi alma hasta retorcerla y deformarla. En su lento pero decidido progreso muchas ilusiones se han esfumado por el camino. Pero en su rebeldía final, y reivindicando tiempos pretéritos de total firmeza, esta regla se erguirá de nuevo para alzarse y dejarse flotar en un último y liberador movimiento pendular.